Los aceites capilares son considerados un producto de belleza esencial que toda mujer debería tener en su neceser. ¿Por qué? Porque no hay un producto mejor para estilizar el pelo ni nada cuida del cuero cabelludo de una manera tan compleja, ya que ningún producto ofrece los mismos efectos increíbles que los aceites naturales. ¿No crees en el poder mágico de los aceites capilares? Elige uno de los aceites descritos en la clasificación siguiente para cambiar de opinión y comprobar que estás equivocada. Notarás que, gracias al tratamiento del pelo con aceites, tu pelo se vuelve mucho más bonito. Por cierto, ¿sabes cómo se extraen los aceites usados en los cosméticos? Estas preciadas sustancias son obtenidas de frutos y hierbas mediante un proceso de extracción en frío. Para que el aceite conserve sus valiosas características, no debe ser purificado, lo cual significa que no puede ser refinado. Sólo esta clase de aceites puede dejar tu pelo sensacional y más sano. ¡Compruébalo!
Es probable que no conozcas las extraordinarias características que poseen los aceites capilares. Estos productos están diseñados para cuidar de todo tipo de cabello. Actúan tanto superficialmente como en las estructuras internas del pelo. Además, los aceites capilares mantienen un nivel adecuado de hidratación, suministran multitud de sustancias nutritivas, proporcionan un brillo saludable y son capaces de contrarrestar el encrespamiento y la estática. Por otro lado, los aceites capilares facilitan el peinado, aceleran el tiempo de secado, protegen contra las altas temperaturas producidas por los utensilios para el pelo y son útiles para estilizar incluso los peinados más complicados. ¿Sabías que algunos aceites capilares también tienen acción curativa? Pues sí, ya que pueden reducir la caspa, limitar la producción excesiva de sebo, calmar las irritaciones, contrarrestar la aparición prematura de canas y la caída del pelo, así como neutralizar los radicales libres. Incluso pueden acelerar el crecimiento del pelo. Para finalizar, los aceites capilares pueden regenerar el pelo dañado, reconstruir las puntas abiertas y nutrir el cuero cabelludo en profundidad.
Los mejores aceites capilares contienen sustancias naturales. En ellas podemos encontrar el poder real de las vitaminas y los minerales. Para nutrir y reforzar el pelo, elige aceites que contengan las siguientes vitaminas: A, B, C, E, H y F. El zinc, el cobre y el silicio son elementos que también contribuirán a mejorar el estado de tu pelo y de tu cuero cabelludo. Si realmente te importa tener un pelo sano, aplícate productos que contengan ácidos grasos esenciales.
No hay manera más fácil de mimar tu pelo que usar aceites capilares. Basta con aplicar unas gotas de aceite capilar en el pelo antes o después de lavarlo para ver los resultados inmediatos que ofrece el producto. Es fácil, ¿verdad? En realidad, muchas mujeres llevan a cabo el llamado tratamiento del pelo con aceites. ¿En qué consiste este procedimiento? En resumen, tienes que aplicar una gran dosis de un aceite capilar en tu pelo, colocarte un gorro de plástico o una toalla y esperar varias horas. Una vez pasado el tiempo, lávate el pelo con champú a fondo y sécatelo. Tu pelo quedará deslumbrante después de hacerlo.
Por suerte, los aceites capilares son accesibles. Puedes comprarlos en las droguerías, en las perfumerías, en las tiendas ecológicas y en Internet. Básicamente, depende de ti decidir si prefieres salir de casa para comprar el producto o no. Ten en cuenta que el precio de un aceite capilar depende del lugar donde lo compres. Tanto las tiendas normales como las tiendas electrónicas suelen ofrecer descuentos. Sólo tienes que esperar a las ofertas de temporada o comprar dos artículos en una sola compra, lo cual, en la mayoría de los casos, te permitirá pagar menos por cada artículo.
Si aún no sabes qué aceite capilar elegir, intenta leer los foros de Internet dedicados a los cosméticos. Las mujeres que usan estos productos te ayudarán a encontrar el aceite adecuado, ya que te aconsejarán sobre cómo usar un producto particular. También es aconsejable dedicar algo de tiempo a leer los blogs y las páginas web de las fanáticas del cuidado del cabello, los peluqueros y los estilistas. Allí encontrarás mucha información que sin duda te ayudará a comparar productos para el pelo específicos. Hoy en día, los aceites capilares son cosméticos muy populares que suelen ser evaluados, recomendados y usados por muchas personas.
No es nada más que el ángulo al cual están levantadas las cutículas capilares respecto al tallo capilar. En realidad, hay tres tipos principales de porosidad capilar: alta, media y baja. El pelo de porosidad alta está seco, dañado, es fácil de estilizar y absorbe la humedad muy rápido. El pelo de porosidad media se considera que está sano. Aunque este tipo de pelo es fácil de cuidar, no es resistente a los daños. En cuanto al pelo de porosidad baja, es liso y brillante aunque difícil de estilizar y teñir.
¿Cómo se determina la porosidad del pelo? Lleva a cabo una simple prueba usando un vaso de agua. Coge unos pocos pelos tuyos y mételos en un vaso lleno de agua. Observa los pelos cuidadosamente. Si ves que se hunden, llegando al fondo del vaso, entonces puedes considerar que tu pelo tiene una porosidad alta. Por otro lado, cuando los pelos flotan en la superficie del agua, tu pelo tiene una porosidad baja.
Los aceites capilares contienen ácidos grasos esenciales, incluyendo monoinsaturados, poliinsaturados y saturados. Los EFAs monoinsaturados están compuestos de moléculas de tamaño pequeño, lo cual los hace ideales para tratar el pelo de porosidad media. Además, contienen ácidos grasos Omega-9. Este grupo incluye los siguientes aceites: almendras dulces, macadamia y oliva. Los aceites poliinsaturados contienen moléculas de gran tamaño, por lo que son perfectos para el pelo de porosidad alta. Dichos aceites son fuente de ácidos grasos Omega-3 y Omega-6. Este grupo incluye los siguientes aceites: lino, girasol, soja y maíz. En lo que respecta al tratamiento del pelo de porosidad baja, es aconsejable cuidar de este tipo de pelo usando sólo ácidos grasos saturados. Lo cierto es que la manteca cosmética es el nombre más común para este conjunto de ácidos, e incluye: aceite de coco, aceite de palma, aceite de babasú, manteca de karité, manteca de mango y manteca de cacao.